Yoga y Psicoanálisis

Sobre la Abstinencia del maestro.

Por Juan Simón Páiz.

Mysore es una práctica que apunta al ser. La serie de Ashtanga nos confronta desde un principio con nuestro límite. Nada más doloroso para el “yo majestuoso” (his majesty the baby decía Freud) que vérselas cara a cara con lo que no puede. Castración llama a esto el psicoanálisis, el simple hecho del “no todo” que tanto horror puede causar, pero que una vez que se acepta hace crecer nuestra conciencia, valorando, sobre todo, lo que si se puede.Allí va el individuo con su ego como representante, tanto en el mat como en la vida, esperando ser felicitado con cada proeza, o ser contenido a cada frustración, como un niño que necesita que alguien lo alce. Aquí hay una oportunidad! Si el maestro o el analista se abstienen (regla fundamental del psicoanálisis) intervendrán sin acceder a la demanda, con imparcialidad, mostrando que un nuevo horizonte es posible, el de la independencia, el del crecimiento, el de una práctica y una terapia, que descascaran y desmantelan mecanismos que lo único que hacen es limitar la vida de la persona. Si la comodidad es una exigencia de nuestro yo ficticio, Ashtanga y Psicoanálisis son sin duda dos prácticas incómodas.

Juan Simón Páiz
Lic. en psicología
Psicoanalista
Psicólogo de grupos
Preparador mental de deportistas
Instructor de Yoga.-



Maia Glikstein

Maia Glikstein

Leave a Replay

Newsletter Sign up

Click edit button to change this text. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit